Realismo grandioso
Los Realistas de Madrid gustan un montón, al menos en la capital. En la exposición de la Thyssen no se cabía. Dejando aparte a Antoñito, siempre he admirado a Maribel Quintanilla cuyo pequeño dibujo de un vaso (naturalmente de duralex como la vajilla de todos ellos) es grandioso.
Maribel falleció hace poco con el consabido desprecio de los medios, pero sus amigos no la olvidaremos.