Good evening beautiful blue
Cuando entro, a regañadientes, en un museo de arte contemporáneo me temo lo peor. Las obras de Mika Rottenberg y de Pascale Marine Tayou, que ocupaban toda la planta baja, confirmaron mis temores. Sin embargo, en la planta primera, descubrí a Ugo Rondinone, un artista de obra inquietante y, además, bella.